A LAS PUERTAS DEL INFIERNO (LA MIGRAÑA)

Coincidí con el dr. Larena Avellaneda, creo que por segunda vez en esta ocasión, durante el 38º CIRNO que se celebró en Valencia en el año 2000. Anteriormente habíamos coincidido, sin llegar a conocernos, en Bilbao durante unos cursos sobre Odontología Legal y Forense en el año 1993.
Allí en Valencia presentó el origen de algo que fue cobrando vida con el transcurrir de los años. Hasta hoy.
Una cuestión de espacio. El espacio necesario para que la mandíbula pueda moverse fisiológicamente. Una cuestión de desarrollo tridimensional adecuado.

LA ENERGÍA NECESARIA (LA COMIDA IMPOSIBLE I y II)

La alimentación es el fenómeno por el que nuestro organismo se dota de la energía suficiente para su desarrollo. En base tanto a la calidad y cantidad de los nutrientes como del tipo de ejercicio físico que se realiza para elaborarlos en el proceso de incorporación.
Ese ejercicio físico repetido y obligado para subsistir lo utiliza también el organismo como catalizador del desarrollo craneal y corporal
Para ejercitar la masticación de manera adecuada es preciso que la máquina esté bien montada y conjuntada  para realizar adecuadamente su función. De no ser así el proceso se bloqueará adoptando formas anómalas de alimentación que no corresponden con lo que el sistema debe realizar según su programación.

EL INICIO DEL DESARROLLO: (EN EL ORIGEN I y II)

La infancia es el momento más importante del desarrollo de la persona.  Más importante y delicado. Cualquier pequeño desvío en el desarrollo correcto provocará lesiones en cadena de carácter compensatorio muy difíciles de recuperar. Esas lesiones en cadena se traducen en desviaciones del desarrollo. Y cualquier desviación del desarrollo  tendrá como resultado final un organismo con defecto en su constitución física. Un defecto anatómico.
Una vez que se inicia la desviación, ya todo el crecimiento va a ser en el sentido de esa desviación. Habrá partes del organismo hipertrofiadas (mayor tamaño del debido) y otras que se quedarán hipotrofiadas (menor tamaño del debido). En lo que respecta al esqueleto óseo esta situación una vez superada la época de la  infancia es irreversible.